
El cambio climático altera los patrones de lluvia y sequía, afectando la producción de néctar en cultivos clave. Esta sustancia resulta esencial para abejas y otros polinizadores, que dependen de ella para alimentarse y cumplir su rol en la reproducción de las plantas.
Un estudio reciente en Scientific Reports analizó este fenómeno en Brasil. Los investigadores simularon lluvias intensas y sequías prolongadas para observar cómo estas condiciones impactan el néctar en plantas de calabacín, un cultivo que necesita polinización para prosperar.
El delicado vínculo entre el néctar, los polinizadores y el cambio climático
Este líquido dulce que producen ciertas flores, alimenta a polinizadores como abejas, mariposas y colibríes, que garantizan la reproducción de miles de especies vegetales y sostienen la seguridad alimentaria global. Sin estos polinizadores, muchos cultivos dejarían de producir frutos, lo que afectaría tanto la economía agrícola como la biodiversidad. Además, al proteger a estos seres vivos, también se fortalece la resiliencia de los ecosistemas frente al cambio climático.
Sequías y lluvias extremas reducen la producción de néctar
Las sequías intensas pueden afectar gravemente la calidad del néctar que producen las plantas. Cuando llueve muy poco, esta sustancia pierde buena parte de su contenido energético, lo que significa que ofrece menos alimento a los polinizadores. Incluso con una reducción moderada de las lluvias, el impacto sobre la producción de néctar sigue siendo preocupante para los ecosistemas y la agricultura.
Este cambio en la cantidad y calidad representa una amenaza directa para los polinizadores, que dependen de él para alimentarse. Si las plantas generan menos néctar, las abejas buscarán otros lugares o disminuirán en número, lo que reduce la polinización. Como resultado, muchas plantas no logran reproducirse y los cultivos sufren una caída en su producción.
Además, la lluvia dificulta que los polinizadores vuelen con normalidad y mantengan su temperatura corporal. Esto los obliga a gastar más energía en cada vuelo, lo que reduce su eficiencia y debilita la relación entre las plantas y los polinizadores.
Clima extremo en Perú afecta y compromete la seguridad alimentaria
En Perú, los cambios en el clima también afectan la producción de néctar en cultivos importantes como el zapallo, el maíz y las frutas tropicales, que dependen de la polinización para crecer. Las sequías prolongadas reducen el néctar disponible en las flores, lo que limita el alimento para las abejas y otros polinizadores. Esta situación pone en riesgo la biodiversidad local y compromete la seguridad alimentaria de muchas regiones agrícolas del país.
Las lluvias intensas tampoco benefician del todo. Aunque aumentan la cantidad de néctar, lo hacen menos nutritivo al diluir sus azúcares. Además, dificultan el vuelo de las abejas y su capacidad de regular la temperatura. Esto impacta la eficiencia de la polinización y reduce el rendimiento de cultivos que muchas familias peruanas dependen para su sustento.
Petramás frente al cambio climático: protegiendo polinizadores y ecosistemas
La empresa de Jorge Zegarra impulsa acciones concretas para enfrentar la crisis climática y proteger la biodiversidad. A través de sus operaciones sostenibles, evita la emisión de gases contaminantes GEI y promueve una gestión adecuada de los residuos, lo que contribuye a reducir el calentamiento global. Esta labor resulta clave para conservar ecosistemas donde habitan los polinizadores que dependen del néctar para sobrevivir.
Al generar energía limpia a partir del biogás de los residuos orgánicos, la empresa disminuye la presión sobre el ambiente y fomenta un modelo más responsable con la naturaleza. Esta innovación ayuda a estabilizar los patrones climáticos que, cuando se alteran, provocan sequías o lluvias extremas que afectan la producción de néctar en muchas plantas.
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