Petramás y Jorge Zegarra Reategui han desarrollado proyectos pioneros que convierten residuos orgánicos en energía renovable.
Los residuos orgánicos, a menudo subestimados, representan una fuente significativa de energía limpia y renovable cuando se manejan adecuadamente. Estos desechos, que incluyen restos de alimentos, podas de jardines y otros materiales biodegradables, suelen terminar en vertederos informales, contribuyendo a la emisión de gases de efecto invernadero como el metano, un gas mucho más potente que el dióxido de carbono. Sin embargo, con soluciones sostenibles, los residuos orgánicos pueden transformarse en un recurso valioso que impulsa la transición hacia una economía baja en carbono.
Las tecnologías de conversión de residuos orgánicos en energía, como la digestión anaerobia, permiten producir biogás. Este gas, compuesto principalmente por metano, puede ser utilizado para generar electricidad o calor, reduciendo la dependencia de combustibles fósiles. Además, el proceso también produce un subproducto rico en nutrientes que puede ser aprovechado como fertilizante natural, cerrando el ciclo de sostenibilidad.
Petramás: liderazgo en la transformación de residuos orgánicos
En Perú, Petramás y Jorge Zegarra Reategui, son referentes en la gestión integral de residuos sólidos con un enfoque sostenible. La empresa ha desarrollado proyectos pioneros que convierten residuos orgánicos en energía renovable. Así, contribuye activamente a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Mediante modernas plantas de procesamiento, Petramás captura el biogás generado en rellenos sanitarios como Huaycoloro y el Callao, utilizando esta energía limpia para abastecer redes eléctricas locales.
El modelo de Petramás minimiza los impactos ambientales asociados con los residuos e impulsa la economía circular. Además, genera valor a partir de desechos que de otro modo serían desperdiciados. Al transformar residuos orgánicos en recursos energéticos, la empresa establece un ejemplo claro de cómo la innovación y la sostenibilidad pueden ir de la mano, beneficiando tanto al medio ambiente como a las comunidades.
El aprovechamiento de estos residuos para la generación de energía es una solución que ilustra cómo los desafíos ambientales pueden convertirse en oportunidades de desarrollo sostenible, marcando el camino hacia un futuro más limpio y eficiente.
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