California aprobó una prohibición más estricta sobre el uso de bolsas plásticas. ¿Será efectiva?
El gobernador de California, Gavin Newsom, firmó una ley que prohíbe todas las bolsas plásticas en supermercados a partir de 2026. Esta medida refuerza los esfuerzos por reducir el uso de plásticos de un solo uso en Estados Unidos.
Aunque las bolsas de este material de un solo uso han estado prohibidas en California por casi 10 años, Newsom aprobó el domingo una ley que endurece aún más esta prohibición.
Impacto ambiental de las bolsas plásticas
Las bolsas de plástico consumen grandes cantidades de energía para su fabricación, están compuestas de sustancias derivadas del petróleo, que pueden tardar en degradarse más de medio siglo. Asimismo, las bolsas serigrafiadas pueden contener residuos metálicos tóxicos.
La gran mayoría acaba siendo desechada sin control, contaminando tanto las ciudades como los ecosistemas naturales. En el mar su impacto puede ser letal para animales como tortugas, ballenas o delfines, que mueren tras ingerirlas o enredarse en ellas. Por todo ello y más, el impacto medioambiental de las bolsas de plástico es mucho peor de lo que puede parecer en un principio.
Consecuencias de la contaminación por bolsas plásticas
La fabricación de bolsas plásticas requiere grandes cantidades de energía y utiliza sustancias derivadas del petróleo, lo que provoca que su descomposición pueda tardar más de medio siglo una vez desechadas. Este proceso contribuye significativamente a la contaminación ambiental a largo plazo.
Además, las bolsas plásticas serigrafiadas contienen residuos metálicos tóxicos que agravan el daño tanto en los suelos como en los mares. Muchas de estas bolsas son arrojadas sin control, contaminando tanto las ciudades como los ecosistemas naturales, donde su impacto es devastador.
En el océano, las bolsas de plástico resultan mortales para especies como tortugas, ballenas y delfines, que las confunden con alimento y mueren al ingerirlas. Las toneladas de desechos plásticos diarios que se generan no se biodegradan, lo que agrava la contaminación del agua y la tierra.
El mar convertido en vertedero: la crisis de la basura plástica oceánica
El mar se ha convertido en un gran vertedero de basura, principalmente por el plástico que proviene del continente. El 80 % de estos residuos llegan al océano por el viento, el agua, el sistema de alcantarillado, tormentas o el traslado desde vertederos y zonas urbanas. Incluso, existen enormes acumulaciones como la isla de basura en el Pacífico, con cerca de 80.000 toneladas de desechos flotantes.
Los ríos actúan como vías que transportan plásticos desde áreas urbanas lejanas hacia el mar. Además, la basura plástica puede generarse directamente en la costa o en el mar, por abandono o accidentes en actividades como la pesca y el transporte marítimo. Redes de pesca y otros plásticos de barcos y plataformas petrolíferas también contaminan el océano, empeorando la crisis ambiental.
Alternativas sostenibles a las bolsas plásticas
- Bolsas reutilizables de tela: Fabricadas con materiales duraderos como algodón o poliéster, estas bolsas son lavables y pueden utilizarse múltiples veces, reduciendo la necesidad de bolsas desechables.
- Bolsas de papel reciclado: Una alternativa biodegradable, estas bolsas se fabrican con papel reciclado y son fáciles de descomponer. Se pueden usar para diversas compras y son más amigables con el medio ambiente.
- Bolsas compostables: Estas bolsas están hechas de materiales orgánicos que se descomponen en condiciones adecuadas de compostaje. Representan una opción ecológica para aquellos que buscan minimizar su impacto ambiental.
Iniciativa de Petramás para reducir la contaminación por plástico
Petramás implementa prácticas innovadoras y sostenibles que permiten reducir significativamente los gases de efecto invernadero en nuestra gestión de residuos. Estas iniciativas no solo contribuyen a la protección del medio ambiente, sino que también generan un impacto positivo en la salud pública.
Una de sus estrategias más efectivas consiste en generar energía a partir de residuos sólidos. A través de sus macroproyectos, disminuye las emisiones y fomenta el uso de energías renovables, lo que acerca un futuro más sostenible.
Se ha propuesto a reducir emisiones de gases de efecto invernadero en un 50% para 2030. Trabaja de manera continua y comprometida para alcanzar este ambicioso objetivo, demostrando que es posible unir el desarrollo económico con la protección del medio ambiente.
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