El calentamiento global no solo provoca veranos más cálidos, paradójicamente también puede conducir a inviernos más fríos en algunas zonas del planeta, consecuencias de las temperaturas extremas.
Los últimos meses han presentado fenómenos meteorológicos extremos como olas de calor, sequías, ciclones tropicales, huracanes, inundaciones y temperaturas mínimas inesperadamente bajas. En un clima cambiante, estas temperaturas extremas se vuelven cada vez más comunes en las noticias.
El preocupante impacto de las extremas temperaturas en el cuerpo humano
El Servicio Meteorológico Nacional argentino define los eventos de temperaturas extremas como períodos con valores de temperatura máxima y mínima que pueden poner en peligro la salud de las personas. Las investigaciones indican que ciertos umbrales de temperatura aumentan la morbilidad y mortalidad. Problemas de salud relacionados con el calor extremo incluyen debilidad, mareos, náuseas, dolores de cabeza, calambres musculares y diarrea. Por otro lado, las olas de frío aumentan las enfermedades respiratorias, cardiopatías isquémicas, enfermedades cerebrovasculares y problemas como la artritis y el reumatismo, además de afectar la salud mental.
Los indicadores del cambio climático alcanzaron niveles extremos
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), las temperaturas extremas de más de 40 °C e incluso 50 °C son cada vez más frecuentes. El informe del IPCC, Cambio Climático 2021: Bases físicas, reconoce que las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por humanos han aumentado la frecuencia e intensidad de algunos fenómenos meteorológicos y climáticos extremos desde la época preindustrial. Esto es particularmente visible en el caso de las temperaturas extremas.
Las investigaciones revelan una disminución en el número de días y noches fríos y un aumento en el número de días y noches cálidos a escala global.
¿Cómo está contribuyendo Perú a enfrentar estas temperaturas extremas?
Por ello, empresas como Petramás luchan contra los gases de efecto invernadero, que atrapan el calor en la atmósfera y aumentan la temperatura terrestre. Para compensar la «huella de carbono», los países otorgan «bonos de carbono» a las naciones y empresas que contribuyen a reducirla. La cantidad de estos bonos en comparación con la huella de carbono de una empresa indica su contribución hacia la huella de carbono cero global.
Petramás se dedica al procesamiento de residuos sólidos. En sus dos plantas de relleno sanitario en Lima y Callao, certificadas por la ONU bajo el Mecanismo de Desarrollo Limpio, capturan el gas metano producido por la descomposición de más de ocho mil toneladas diarias de residuos y lo utilizan para generar energía eléctrica.
Para más información sobre la empresa peruana Petramás y Jorge Zegarra Reátegui, visita los siguientes enlaces: